viernes, 12 de junio de 2015



“EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE: PROBLEMAS AMBIENTALES, ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS Y RECURSOS DIDÁCTICOS” (tarea 2)
ESTRATEGIA DE EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA LA SUSTENTABILIDAD EN MÉXICO
La sustentabilidad de México es posiblemente el mayor desafío que enfrenta nuestro país hoy en día.
Para que México pueda transitar por el camino hacia la sustentabilidad es necesaria una estrategia integral de educación y de comunicación que fomente los conocimientos, valores y actitudes de responsabilidad y respeto necesarios para lograr un mejor medio ambiente. 
El inicio del Decenio de las Naciones Unidas para la Educación con miras al Desarrollo Sostenible (2005-2014) encargado a la UNESCO para su ejecución, brinda una oportunidad renovada para poner a la educación para la sustentabilidad como eje de las políticas públicas de manera transversal, intención que ha sido plasmada en el Compromiso Nacional de la Década de la Educación para el Desarrollo Sustentable, suscrito en México el 11 de marzo de 2005 por actores estratégicos de distintos sectores.
La presente Estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad en México busca potenciar la participación de los sectores gubernamentales vinculados con los campos del medio ambiente y la educación, de las instituciones educativas y de investigación, de los organismos civiles, de las organizaciones sociales y del sector privado, en el marco de una visión articulada de carácter nacional, con responsabilidad global.  

CAPÌTULO 1: EDUCACIÒN AMBIENTAL PARA LA SUSTENTABILIDAD: CONSIDERACIONES CONCEPTUALES Y PRÀCTICAS PARA SU FUTURO

*El desarrollo y la crisis ambiental: Los patrones actuales de producción y consumo son insostenibles y han tenido como consecuencia la profundización y ampliación de la pobreza y la destrucción de los ecosistemas. Como ha señalado Wolfgang Sachs (1993), el desarrollo es, sobre todo, una manera de pensar; Viola (2000) añade que es un poderoso filtro intelectual de nuestra percepción del mundo contemporáneo.
Frente a ello la opción de sociedades sustentables o de la sustentabilidad parece ofrecer mejores condiciones para el diálogo social en el terreno de lo ambiental. 
*La sustentabilidad como marco para la educación ambiental: La sustentabilidad puede entenderse de muy divergentes maneras:
-El que entiende la sustentabilidad como “crecimiento económico sostenido”, es decir, no dejar de crecer, no dejar de generar desarrollo en el sentido convencional, pero con ajustes, especialmente de carácter económico y tecnológico. Este enfoque tiene como principal problema que lleva implícita una contradicción irresoluble: que el desarrollo crezca infinitamente en un medio finito.
-Desde este enfoque, más ligado al término sostenible (Sosa, 2001) hay una preocupación explícita por las generaciones futuras y el cuidado a la capacidad de carga de los ecosistemas.
-Finalmente, está el enfoque que asume que la sustentabilidad implica el cuestionamiento y la reconstrucción de todos los elementos (éticos, sociales, políticos, económicos, ecológicos) que otorgan sentido a las sociedades humanas y a su relación con su entorno natural. 
Independientemente de las diferencias en la forma de entender lo que es la sustentabilidad, los educadores ambientales deben considerar las dimensiones siguientes:
a)    ecológica, se relaciona con la preocupación por los ecosistemas y la garantía de mantener en el largo plazo la base material en la que se sustentan las sociedades humanas; 
b)      económica, que implica asegurar tanto las oportunidades laborales, en un contexto de equidad, para los miembros de una sociedad, como el flujo de bienes y servicios que satisfagan las necesidades definidas por ésta;
c)    política, que se refiere, en términos de Guimaraes (1994), en el plano micro, a la democratización de la sociedad, y en el plano macro, a la democratización del Estado, y a la necesidad de construir ciudadanía y buscar garantizar la incorporación plena de las personas a los procesos de desarrollo.
Como señala Barkin (2001), la sustentabilidad es una lucha por la diversidad en todas sus dimensiones, lo que significa que en el mismo grado de preocupación por proteger la diversidad biológica, la educación ambiental para la sustentabilidad debe procurar intencionadamente la protección de la pluralidad política e ideológica en las sociedades modernas, y abrirle cauces para que se exprese, no sólo en las tribunas públicas donde se realiza el debate social, sino en los espacios de participación cívica.
*Actuales tendencias de cambio en la educación ambiental para la sustentabilidad: Esta debilidad puede explicarse por varios factores:
a) la corta trayectoria de esta tendencia educativa, que apenas tiene alrededor de 30 años;
b) la muy reciente identidad y despunte de la investigación en educación ambiental;
c) la predominancia de esfuerzos prácticos, no sólo extracurriculares, sino en muchos casos anti-intelectuales; d) la preponderante presencia en el surgimiento y desarrollo del campo de profesionales de las ciencias naturales que, a pesar de sus muchos aportes brindados, no tenían como prioridad el fortalecimiento teórico-filosófico y pedagógico de la educación ambiental;
y e) la confluencia de varias disciplinas para la construcción del campo, que genera una tendencia hacia paradigmas complejos, cuyo establecimiento tampoco tiene la suficiente madurez, dada su escasa tradición teórica y epistemológica.
Este desenvolvimiento teórico puede apreciarse en seis tendencias de cambio:
1)    De la conservación ecológica a la complejidad ambiental. La educación ambiental ha ido caminando de manera paulatina desde un enfoque reduccionista, de carácter principalmente biologicista, a una visión sistémica que reconoce que la importante lucha por conservar los ecosistemas no puede aislarse del contexto económico, político y social.
2)    De la divulgación de los problemas ecológicos a la pedagogía ambiental. La educación ambiental surge ligada a la preocupación por la acelerada afectación de los ecosistemas en el país y en el mundo; ligado a ello se empezaron a diseñar programas y proyectos que permitieran informar a la sociedad sobre los serios problemas ecológicos como consecuencia de las sociedades humanas.  
3)    Desde la atención puntual a los problemas ecológicos hacia la construcción de actores sociales con una estrategia política. Hay otra tendencia en la teoría de la educación ambiental, especialmente en la modalidad no formal, por abandonar una visión reducida en la que priva la preocupación por la solución puntual y específica de los problemas ecológicos, e ir avanzando hacia la creación o fortalecimiento de actores sociales que defiendan principios como la equidad, la justicia social y la democracia, con base en una propuesta distinta de sociedad.
4)    De la diversidad atomizada a la pluralidad compartida. Otra tendencia teórica de la educación ambiental va desde las visiones aisladas, de escaso interés en el intercambio conceptual hacia el conocimiento y el reconocimiento de las diferencias conceptuales internas existentes en el campo.
5)    De la práctica divorciada de la teoría, a la praxis. La educación ambiental ha ido pasando, a fuerza de insistencia de algunos de sus pensadores más influyentes en el país, de un conjunto de prácticas y acciones comprometidas con la solución de problemas, a un juego más complejo, donde éstas son analizadas y evaluadas desde perspectivas de carácter más conceptual.
6)    Del voluntarismo y el proyecto a la institucionalización y la política pública. La educación ambiental ha tenido también en las últimas tres décadas un desplazamiento desde acciones y proyectos de carácter voluntario, puntual y atomizado, hacia una postura que reconoce la necesidad de darle centralidad política y visibilidad pública a este campo.
 *El término: educación ambiental para la sustentabilidad: La educación, como fundamento de la sustentabilidad, se reafirmó en la Cumbre de Johannesburgo mediante un compromiso plasmado en el Capítulo 36 de la Agenda 21 de la Cumbre de Río, realizada en 1992.
Consciente de la importancia del desarrollo sustentable para el futuro de la humanidad, en diciembre de 2002, mediante la resolución 57/254, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el Decenio de las Naciones Unidas para la Educación con miras al Desarrollo Sostenible (2005-2014) y designó a la UNESCO para promoverlo. El propósito de esta iniciativa es impulsar la educación como base para una sociedad más equitativa e integrar el enfoque de la sustentabilidad a los diferentes niveles que conforman los sistemas educativos.
*Dimensiones y planos a profundizar en la educación ambiental para la sustentabilidad:
1) Dimensión política
La educación ambiental para la sustentabilidad debe canalizar esfuerzos en la construcción de sujetos críticos que asuman posturas claras y en colectividad, y amplíen los espacios de gestión social y garanticen, desde sus propias prácticas, las condiciones de diálogo, de respeto y de participación como derechos que son indispensables para la sustentabilidad.
2) Dimensión ecológica
Cualquier concepto de sustentabilidad que no gire alrededor del principio que enfatiza la dependencia de las sociedades humanas hacia los ecosistemas, no tiene sentido. Esto puede sonar a verdad de Perogrullo, pero cabe recordar que existen posiciones, ya mencionadas, que entienden la sustentabilidad como la estrategia para garantizar el crecimiento económico, lo que lleva, bajo tales posturas, a rechazar mecanismos de control, que no sean los del propio mercado, sobre el empleo y administración de los ecosistemas; es decir, paradójicamente existen propuestas para una sustentabilidad no ecológica.
3) Dimensión epistemológica y científica.
Hoy se pone en duda que la labor cognoscitiva, y la práctica que de ella se deriva, esté contribuyendo a acercarse al mundo o a las realidades regionales, de la manera realmente esperada por la gran mayoría de la humanidad. Como plantea Prigogine (1989) la ciencia pasó en 150 años de ser “una fuente de inspiración a ser una amenaza de destrucción de conocimientos, de las tradiciones, de las esperanzas más enraizadas en la memoria cultural: no es tal o cual consecuencia tecnológica o resultado científico, sino el mismo [espíritu científico] el que se ve acusado.” 
4) Dimensión pedagógica
Se refiere a la planeación y diseño de situaciones de aprendizaje, la relación comunicativa entre los actores del mismo y de sus instrumentos didácticos para facilitar la comprensión de la realidad y su transformación en el plano personal y comunitario.
5) Dimensión ética
Un proyecto de transformación ambiental, desde el punto de vista educativo, además de replantear el proceso de generación o construcción de conocimiento, debe analizar la orientación valoral y política que están detrás de tal conocimiento. Aprender a aprender la complejidad ambiental debe pasar, en el caso de la educación ambiental y de la producción de conocimiento, por la integralidad de la persona y por el reconocimiento de diversas formas de conocer, comprender y transformar la realidad.
6) Dimensión económica
Detrás del concepto de desarrollo, entendido de manera predominante, de acuerdo con lo planteado en un apartado anterior, como un cambio evolutivo, lineal y mecánico de las sociedades, existe un pensamiento económico que cree en la posibilidad del crecimiento infinito de la producción y el consumo, y cuya perspectiva determinista se ha resistido a la modificación de sus principios.

7) Dimensión cultural
La cultura es una estrategia adaptativa. Es una plataforma que tiene múltiples instrumentos de adaptación y transformación del medio. Ello significa que la especie humana no se adapta, o transforma el medio, exclusivamente a través de la técnica, sino también por medio de instrumentos sociales y simbólicos. La sociedad no es sólo una manifestación de fraternidad y convivencia, o de odios y guerras, ni los símbolos una simple forma de fantasear.
*La dimensión comunicativa- educativa ambiental: Hasta ahora los procesos de comunicación educativa ambiental han sido poco abordados desde una perspectiva teórica, y más bien se les ha dado un carácter meramente instrumental, especialmente referido al manejo de medios, producciónta indispensable ahondar en este campo para enriquecer el cuerpo conceptual de la comunicación educativa para lograr un proceso cognoscitivo real en el individuo que apueste a cambios de actitud.
*El contexto de la comunicación en las reuniones de educación ambiental: En primera instancia “comunicar” significa compartir, establecer cierta participación en común con alguien. En segunda instancia, la comunicación tiene un carácter colectivo, que ordena u organiza la relación entre los sujetos de una sociedad. La comunicación establece una relación eminentemente humana, que hace uso de determinados medios, canales, códigos para el entendimiento, del consenso, del disenso... de la formación de marcos de decisión, de opinión y de interés.
De esta forma se establece el concepto multidimensional de la comunicación, dado que:   
-tiene una dimensión personal en cuanto al modo de relacionarnos personalmente con los demás, con nosotros mismos y con el mundo; 
-es instrumental, en tanto hace uso de medios para establecer un mensaje y despliega ciertas estrategias para su difusión.
-es organizativa, en tanto ayuda a crear estructuras o redes de comunicación según el tipo de relación que establece entre los sujetos participantes.  
-es también transformadora de la cultura, en tanto se inscribe en el seno de la creación y reproducción o transformación de los significados y de las prácticas sociales que se desprenden de ellos.
Se reconoce a la educación ambiental como un espacio de interpretación del mundo y de las formas de aproximarnos a él (en colectividades) y que por necesidad establece contenidos, formas de abordarlos, y condiciones para integrarlos. 
*Relación entre comunicación, educación y organización: En todo proceso educativo la comunicación juega un papel múltiple que pone de manifiesto una forma, un concepto y una teoría de la comunicación que determina de manera general:
ü  Las relaciones entre los sujetos del proceso educativo.
ü  La producción de mensajes y los medios y canales de los cuales se utilizan.
ü  La forma de construir o acceder al conocimiento. Es decir, la significación de los mensajes o de la realidad a conocer y a recrear.
ü  El papel transformador de la cultura en colectividades, al generar una nueva lectura de la realidad y una nueva forma de relacionarse con ella.
La comunicación ambiental abona a la construcción de la sustentabilidad a través de: a) el acondicionamiento de espacios de relación interpersonal en un marco de democracia, cooperación y solidaridad; b) la configuración de estructuras de organización social para impulsar proyectos locales para solucionar problemas ambientales; c) la construcción de códigos y la transformación de significados y del sentido de la realidad.  
CAPÌTULO 2: LEGISLACIÒN EN EDUCACIÒN AMBIENTAL

*Consideraciones generales acerca del marco legislativo de la educaciòn ambiental en Mèxico:
El derecho a un medio ambiente adecuado alcanza su máxima expresión cuando los mecanismos para su aplicación operan, con lo cual se hace realidad el postulado de la norma y con ello se obtienen los beneficios de sus fines.
*Antecedentes y avances del marco legal de la educación ambiental en México: En el país existe una tendencia histórica a ubicar a la educación ambiental, principalmente, dentro del sector ambiental; es decir, la mayor parte de las referencias legales sobre EA se encuentran en la LEGEEPA, y en menor proporción en la Ley General de Educación.
La Ley General de Educación, en su artículo 7, fracción XI, dispone como fines
de la educación, entre otros: “inculcar los conceptos y principios fundamentales
de la ciencia ambiental, el desarrollo sustentable, así como de la valoración de la
protección y conservación del medio ambiente como elementos esenciales para
el desenvolvimiento armónico del individuo y la sociedad.” 
En el sector ambiental, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA),3 establece la necesidad de contribuir a que la educación
se constituya en un medio para elevar la conciencia ecológica de la población,
consolidando esquemas de comunicación que fomenten la iniciativa comunitaria.
*Aspectos jurídicos a considerar para el futuro: Para que el marco jurídico pueda promover la educación ambiental y fundamentar la sustentabilidad se requiere una revisión conceptual que permita determinar claramente el objeto a regular y la finalidad que se persigue. Esta tarea no es fácil debido a que existen tantos conceptos de educación ambiental como leyes relacionadas con ella.
La EAS permite comprender las relaciones entre los sistemas naturales y sociales, así como conseguir una percepción clara de la importancia de los factores socioculturales en la génesis de los problemas ambientales. Esto tiene estrecha relación con las prácticas en la toma de decisiones, y en la propia elaboración de un código de comportamiento con respecto al fomento de la calidad del medio ambiental.
Aspectos importantes a considerar en la Estrategia de Educación Ambiental para la Sustentabilidad en México para el fortalecimiento del marco legal son:
A) Los principios constitucionales
B) Los principios contenidos en los compromisos internacionales asumidos por México. 
*Aspectos constitucionales y de la legislación federal: La educación ambiental para la sustentabilidad, pensada en el marco de los términos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, debe considerar la distribución de las competencias que en materia de educación y de desarrollo sustentable corresponden a la Federación, los estados, el Distrito Federal y los municipios, lo cual que implica:
Ø  Garantizar a todo individuo la educación ambiental para la sustentabilidad, conforme al artículo 2º; y también a los pueblos y comunidades indígenas, con el fin de conservar y mejorar el hábitat y preservar la integridad de sus tierras;
Ø  Garantizar que la EAS, a través de sus diferentes modalidades, contribuya al desarrollo sustentable por medio de procesos de información, comunicación, capacitación y la participación organizada de las personas, para llevar a cabo las acciones relativas a la protección del ambiente, la conservación y restauración de los ecosistemas, así como en la prevención y combate contra la contaminación, en forma individual o colectiva; 
Ø  Regular que la educación ambiental para la sustentabilidad se incluya en los diversos niveles que conforman el sistema educativo nacional, para contribuir a que los educandos construyan conocimientos, formen valores, adquieran actitudes y habilidades y actúen para el mejoramiento del ambiente y eleven su calidad de vida y la de su comunidad;
Ø  Formular, establecer y aplicar la Política Nacional de Educación Ambiental para la Sustentabilidad y sus instrumentos, de manera que sean compatibles con la protección, preservación, restauración y aprovechamiento sustentable de la biodiversidad y los ecosistemas, con criterios de democracia, equidad y justicia social;
Ø  Definir las atribuciones que en materia de educación ambiental para la sustentabilidad corresponden a la Federación, los estados, el Distrito Federal y los municipios, bajo el principio de concurrencia previsto en el artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como establecer las disposiciones que serán consideradas por los gobiernos locales en la regulación de las distintas formas de EAS que conforme a la Ley sean de su competencia;
Ø  Establecer los mecanismos y procedimientos de coordinación, inducción y concertación entre autoridades, entre éstas y los sectores social y privado, así como con personas y grupos sociales, en materia de EAS;  
Ø  Fortalecer y promover la investigación educativa y el desarrollo científico, así como la innovación tecnológica, en materia ambiental, y
Ø  Regular la comunicación educativa para la sustentabilidad, la difusión y divulgación de información de contenidos ambientales en apoyo a los programas previstos.
*Los principios contenidos en los compromisos internacionales asumidos por México: Los tratados e instrumentos globales que deben considerarse para nutrir la política nacional de educación ambiental para la sustentabilidad son, entre otros, los siguientes: 
-Seguridad alimentaria: Declaración de Roma sobre la Seguridad Alimentaria Mundial y Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.
- Biodiversidad (flora y fauna): Convención para la Protección de la Flora, Fauna y de las Bellezas Escénicas Naturales; Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional.
- Comercio e industria (economía): Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT 1994); Acuerdo por el que se Establece la Organización Mundial del Comercio; Convención de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
- Materiales y residuos peligrosos (medio ambiente): Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación.
- Patrimonio cultural y natural: Decreto de Promulgación del Convenio para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural adoptado en París el 23 de noviembre de 1972.
- Suelo: Decreto de promulgación de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en los Países Afectados por Sequía Grave o Desertificación. 
- Atmósfera (medio ambiente): México ha firmado el Acuerdo de Kioto, para colaborar con los programas de Capa de ozono y Cambio climático.
- Medio ambiente y desarrollo sostenible: Acta final de la Conferencia de Plenipotenciarios sobre el Convenio sobre el Procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo Aplicable a ciertos Plaguicidas y Productos Químicos Peligrosos; Objeto de Comercio Internacional.
- Social: Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social.

CAPÌTULO 3: EDUCACIÒN BÀSICA

*Antecedentes y avances: La Secretaría de Educación Pública (SEP) se propuso desde la década de los años 70 como una de sus metas prioritarias el fortalecimiento de diversas acciones trascendentales para promover la apreciación, el conocimiento y la conservación del ambiente,2 tanto en la educación básica (preescolar, primaria y secundaria), como en los programas de formación inicial y permanente de los docentes, iniciados con la reforma educativa de 1993. Lo anterior ha tenido continuidad y en el Plan Nacional de Educación 2001-2006 se establece, dada la situación ambiental y los retos que ella implica, una línea de acción orientada a “fortalecer la educación ambiental en el currículo de la educación básica, reconociendo su valor en la formación de individuos que responsablemente apoyen el desarrollo sustentable”.
*Convenios: Establecimiento de un convenio de colaboración con la anterior Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap) para impulsar programas de educación ambiental y de aprovechamiento sustentable de los recursos naturales en las escuelas de educación básica. Resultado de éste se elaboraron materiales de apoyo para el docente y se contó con la asesoría de expertos de educación ambiental de esta secretaría en la elaboración de los libros de texto gratuitos. Este convenio se refrendó en la actual administración, con la firma de las Bases de Coordinación SEP-Semarnat.
*Acciones en educación básica: Actualmente los docentes que laboran en los tres niveles educativos cuentan con los siguientes apoyos:
Preescolar. Material para actividades y juegos educativos y Guía para madres y padres. El primero contiene actividades, como la clasificación de hojas de plantas, la observación de animales y plantas de diversos paisajes de México, la descripción de cambios en la naturaleza (fases de la luna y estaciones del año) y el conocimiento de algunas características del ciclo de vida de ciertos animales. La guía, por otra parte, incluye orientaciones para el uso apropiado del material en el ámbito familiar. El nuevo plan y programa de educación preescolar (2004) ha reforzado los contenidos ambientales y se espera que la SEP elabore materiales didácticos para los alumnos y docentes. 
Primaria. Plan y programas de las asignaturas, libros de texto gratuitos para los alumnos y libros para el maestro correspondientes a los seis grados escolares (a excepción del libro para el maestro de segundo grado).
En todos los libros de texto integrados y los libros de las otras áreas de conocimiento  existen contenidos relacionados con educación ambiental que pretenden propiciar una visión esperanzadora, reconocer la importancia de los entornos local y regional, además de evitar posturas catastrofistas.
Con el objeto de favorecer la educación ambiental, las actividades didácticas sugeridas en los libros integrados de primero y segundo grados pretenden provocar la reflexión acerca de la influencia del ser humano en la transformación del medio y a identificar los problemas ambientales de la localidad, el campo y la ciudad.
Secundaria. Este nivel educativo cuenta con un plan y programas, así como con libros de texto y para el maestro de las diversas asignaturas, en los que la estrategia de educación ambiental se concentra en las materias de biología, de primero y segundo grados, y de formación cívica y ética en los tres grados. Dos asignaturas que relacionan algunos de sus contenidos con temas ambientales son geografía y química.
*Formación docente: Los nuevos planes y programas de estudio de las escuelas normales para las licenciaturas en educación primaria (1997), preescolar y secundaria (1999) incluyen contenidos relacionados con el ambiente, así como con el estudio y la aplicación del enfoque de enseñanza en los tres niveles educativos: preescolar, primaria y secundaria. Por lo mismo, el trabajo docente de estos futuros profesores será trascendental para la aplicación y consolidación de la propuesta en las escuelas.
La formación continua de los docentes es fundamental para que los maestros en servicio y los egresados de las escuelas normales logren los propósitos de la educación ambiental, planteados en los planes y programas vigentes de cada nivel educativo. Con base en lo anterior, se diseñaron y actualmente se aplican y evalúan los cursos nacionales de actualización (CNA)  para profesores.
*Materiales de apoyo: Los materiales educativos que, además de apoyar el trabajo de los profesores y fortalecer el estudio de estos contenidos, contribuyen a que el aprendizaje se torne más atractivo e interesante, lo constituyen los títulos de la colección Libros del Rincón.
El Cecadesu de manera continua apoya con materiales sobre diversos temas de educación ambiental a los Centros de Maestros y escuelas normales del país.
Tecnologías de Información y Comunicación
Uno de los avances más significativos en el Sistema Educativo Nacional ha sido el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, como internet a través de la Red Escolar, el uso de la televisión educativa y el proyecto Enciclomedia, el cual vincula estas tecnologías con los libros de texto.
La utilización de estos recursos didácticos ha abierto una gran oportunidad para incorporar la dimensión ambiental, razón por la cual el Cecadesu, en coordinación con la SEP, ha diseñado diversos proyectos, los cuales han sido difundidos tanto en Red Escolar como en Red Edusat, mismos que contribuyen a ampliar el conocimiento de las dinámicas de nuestro entorno y la relación sociedad-naturaleza.
*Problemas: Los avances abordados en los apartados anteriores, cabe reconocer que existen problemas en la educación básica con respecto a la incorporación de la educación ambiental.   
*Enfoque y contenidos: Los avances abordados en los apartados anteriores, cabe reconocer que existen problemas en la educación básica con respecto a la incorporación de la educación ambiental.
En los enfoques y contenidos de la educación básica no se hacen referencias explícitas y firmes sobre la necesidad de establecer responsabilidades diferenciadas en el deterioro ambiental. Es decir, no se explican los diferentes niveles de participación en el agotamiento de la naturaleza de la región, país y del planeta. 
*Formación y práctica magisteriales: Los maestros de educación básica reconocen críticamente que no se sienten con la suficiente capacitación para abordar de manera apropiada su labor como educadores ambientales.   
*Libro de texto: A pesar de la calidad de los libros de texto, la vinculación entre ellos para alcanzar una visión integrada, sistémica y compleja de la realidad es aún muy incipiente. Esto propicia que el tratamiento de algunos temas sea fragmentado e inconexo. 

CAPÍTULO 4: EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR

La incorporación de la educación ambiental para la sustentabilidad en los planes
y programas de estudio ha sido un proceso gradual que se relaciona con
tres ámbitos principalmente: legislativo, administrativo y de planeación, a partir
de los cuales puede plantearse la política ambiental en México.

La incorporación de la educación
ambiental para la sustentabilidad en
los planes y programas de estudio del
nivel medio superior
Durante este
lapso se llevaron a cabo en el citado ámbito escolar numerosas actividades de
carácter curricular y extracurricular orientadas a proporcionar soporte a las
diferentes estrategias definidas para fortalecer la educación ambiental, entre
estas acciones destacan:
Este proceso resultó ser extenso y complicado para el que no existían suficientes
referentes, y en torno al cual se promovió una amplia discusión en diversos
foros, congresos, seminarios y encuentros de educación ambiental en toda la
nación. Entre las acciones que permitieron el análisis de la incorporación de la
perspectiva ambiental en la educación media superior, además de los mencionados
en los Antecedentes, destacan:
73
E s t r a t e g i a d e E d u c a c i ó n A m b i e n t a l
a) Programas de formación docente, dirigidos a los profesores encargados de los programas de estudio de las
diferentes asignaturas relacionadas con la temática ambiental.
b) Cursos de formación sobre los modelos pedagógicos y las teorías psicológicas compatibles con los presupuestos
metodológicos de la educación ambiental.
c) Investigaciones para evaluar la calidad de la práctica educativa en el marco de los objetivos de la educación
ambiental.
d) El análisis de los resultados de los programas de profesionalización docente.
e) La elaboración de materiales didácticos relacionados con las necesidades de los planes y programas de
estudio.
f) La producción de bibliografía relacionada con la temática ambiental desde un punto de vista integral.
g) El diseño de programas y acciones extracurriculares, paraeducativas o de extensión universitaria destinadas
a mejorar el entorno ambiental comunitario.
h) Cursos de capacitación sobre gestión ambiental y acceso a la información.
La incorporación de la educación
ambiental para la sustentabilidad
en los planes y programas de estudio
del núcleo propedéutico
La educación propedéutica de este nivel estaba centrada en la preparación general
de los alumnos para que continuaran estudios superiores y otorgaba un peso
menor a la formación o especialización para el trabajo que se impartía en los
últimos semestres.
La incorporación de la educación
ambiental para la sustentabilidad
en los planes y programas de estudio
del núcleo bivalente
En los núcleos propedéuticos correspondientes a las áreas químico-biológicos
o físico-químicas la incorporación de la educación ambiental se concreta
con la articulación transversal de contenidos relacionados con las
temáticas ambientales (más en las materias del área de ciencias naturales y
menos en la de sociales). Cabe señalar que esta inclusión ambiental en este
nivel educativo también se ha realizado a través de las materias optativas
relacionadas con el impacto ambiental derivado de algunas actividades profesionales.
La incorporación de la educación
ambiental para la sustentabilidad
en los planes y programas de estudio
del núcleo terminal
La educación media superior de núcleo terminal incluye a las instituciones educativas
que ofrecen estudios orientados a la preparación de los estudiantes en
una especialidad técnica profesional, para la realización de tareas específicas en
el ámbito de la producción o la prestación de servicios. Es el caso del Colegio
Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep), que ofrece numerosas
alternativas de formación.
Orientaciones actuales para la educación
ambiental para la sustentabilidad
en el nivel medio superior
De acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública, en el ciclo escolar
2004-2005 se registró una matrícula de 3.5 millones de alumnos en el nivel
medio superior, lo cual representa un incremento de tres por ciento con respecto
al año anterior y de 20 por ciento con respecto al periodo 2000-2001.
Los propósitos institucionales que en la actualidad orientan el rumbo de la educación
ambiental para la sustentabilidad en el nivel medio superior se encuentran
referidos en varios documentos, entre ellos destaca el Programa Nacional de
Educación 2001-2006, que forma parte de las políticas del gobierno federal, en
el cual se plantean desde la introducción general una serie de metas, relacionadas
con la EA,
El campo de la educación ambiental
para la sustentabilidad 2OO5-2O2O
en el nivel medio superior
El desarrollo de propuestas para orientar el rumbo de las políticas públicas en
materia de educación ambiental para la sustentabilidad debe considerar, sin
duda, los avances y obstáculos detectados en el nivel medio superior. A continuación
se presentan, de manera general, algunos de éstos.
Avances
La educación ambiental para la sustentabilidad se encuentra presente en los planes
de estudio del núcleo propedéutico, bivalente y terminal del nivel medio
superior, a partir de diferentes estrategias metodológicas, las cuales han superado
la visión disciplinar y reconocen la necesidad de orientar dichos planes a la
luz de visiones interdisciplinar, multidisciplinar y transversal.
Problemas
Puede observarse la presencia de diversos enfoques teóricos en los diferentes
instrumentos legales que orientan las políticas educativas en materia
ambiental, lo que por momentos ha ocasionado cierta desorientación con
respecto al establecimiento de la educación ambiental para la sustentabilidad
en el nivel medio superior.
CAP´TULO 5: EDUCACIÓN SUPERIOR
En este apartado se aborda el análisis de algunos rasgos indicativos de las respuestas
del sistema de educación superior (SES) a las exigencias ambientales
del país. La educación ambiental para la sustentabilidad, como orientadora del
quehacer educativo, en la perspectiva de una nueva cultura en distintos ámbitos
de la sociedad, adquiere un doble significado en el contexto de la educación superior.
En un sentido restringido, alude a la tarea de enseñanza, esto es, a los procesos
de formación ambiental2 realizados en los diferentes niveles, modalidades y
áreas profesionales del sistema, pero en un sentido amplio, incluye además lo
relativo a la tarea de investigación, o sea, a los procesos de generación de conocimientos
en sus distintos alcances (básico, aplicado y de desarrollo e innovación
tecnológica) en las distintas áreas y ramas del saber.
Consideraciones iniciales:
papel de la educación superior
y la sustentabilidad del desarrollo
La educación superior ha sido, y lo es ahora con mayor énfasis, un sector estratégico
para el desarrollo de las sociedades. Si bien las IES son instituciones históricas,
3 a la vez pretenden responder a su tiempo, espacio, entorno y exigencias
sociales, lo que ha devenido en instituciones de gran complejidad. El ethos que
las ha caracterizado se refiere a que son instituciones donde se han dado y se reúnen
los sujetos que de manera voluntaria se relacionan en torno al saber. Son
instituciones en donde se transmite, se crea y se certifica el saber; son organismos
que extienden su labor e influencia más allá de sus fronteras. Las IES, a través
de los egresados, del trabajo educativo, de la investigación y de los profesores
e investigadores se extienden a la sociedad, alcanzando su sentido y su concreción
ante ésta misma.
Dimensiones y características
actuales del sector
El sistema de educación superior incluye universidades, universidades públicas
autónomas, universidades tecnológicas, universidades politécnicas, institutos
tecnológicos, instituciones de investigación y posgrado, escuelas para
la formación de maestros (normales), así como las escuelas superiores del
ejército y la marina. Ofrecen los niveles de estudios de técnico superior universitario,
profesional asociado, licenciatura, especialidad, maestría y doctorado
y varias instituciones ofrecen también el nivel medio superior.
México, la educación superior y la
temática ambiental a partir de los 90
En el intento de ofrecer una visión de conjunto, a continuación se destacan de
manera sintética algunos rasgos significativos que se han venido consolidando en
las IES, a través de sus acciones educativas, a partir de la década de los años 90.
Institucionalización de la perspectiva
ambiental y del desarrollo sustentable
en el conjunto de las IES
En los procesos de institucionalización del tema ambiental en el nivel superior
destaca la aprobación del Plan de acción ambiental para el desarrollo sustentable
en las instituciones de educación superior,7 esfuerzo colectivo coordinado por el
Cecadesu y la ANUIES. Este Plan significa una propuesta sobre educación,
política ambiental y desarrollo sustentable, que orienta los rumbos fundamentales
para fortalecer el trabajo ambiental en las IES y potencia la vinculación de
las mismas con los organismos públicos responsables de la política ambiental. El
Plan ha fungido como un acuerdo con reconocimiento oficial por parte de autoridades
de las IES afiliadas a la ANUIES, ante la ausencia de políticas y de programas
oficiales que promuevan el trabajo ambiental en las IES.
Formación ambiental profesional
y educación continua
En cuanto a la formación de profesionales en las IES ha sido notorio, por un
lado, el crecimiento de los programas académicos en temas ambientales y del
desarrollo sustentable, tanto en licenciatura como en posgrado; y, por otro, el
incremento de procesos de reforma curricular ambiental, con alcances diferenciados.
Resultado de ambos procesos, en 1993 se reportaron 290 programas académicos
ambientales, en todas las áreas del conocimiento (Sedesol, 1993); sin
embargo, en el 2001 se registraron más de 1,399 de ellos en toda la nación
(Semarnap, 1997).
Investigación ambiental
La generación y aplicación del conocimiento a través de la investigación ha sido
otro de los pilares en la conformación de las instituciones de educación superior;
la modernidad ilustrada otorgó este lugar epicéntrico respecto al saber y la cultura.
El actual reto de ser parte de la nueva sociedad del conocimiento14 implica
un replanteamiento para las IES contemporáneas, ya que deben ganarse un
lugar dentro de la baraja de posibilidades de acceder al conocimiento y la información
que ofrece el mundo digitalizado, interconectado y globalizado.
Eventos académicos
Una de las actividades más ricas, dinámicas y de una amplia diversidad es la
difusión y divulgación ambiental que realizan las IES con la organización de
eventos de carácter académico. En las diferentes áreas disciplinarias y educativas
se realizan, de manera constante, innumerables actividades para abordar alguna
temática ambiental particular. Podemos destacar algunas vinculados con el
campo de la educación ambiental, donde se ha promovido el análisis y la reflexión
de las IES frente a las exigencias socioambientales: los congresos iberoamericanos
de educación ambiental, de 1992 y 1997, los cuales contaron con una
amplia participación de educadores ambientales de varias partes del mundo, en
donde el tema de la educación superior fue uno de los principales.
Publicaciones y materiales de difusión
y didácticos en temas ambientales
se carece de materiales didácticos de apoyo en
los procesos de enseñanza de temas ambientales. La ausencia
significativa de libros, revistas o apoyos didácticos que
articulen a las IES con las múltiples relaciones de la sustentabilidad
del desarrollo, dificulta la divulgación de estos temas, tanto en las propias
IES, como en otros niveles educativos, y entre el público en general. En la
educación superior esta línea de trabajo requiere ser altamente promovida, ya
que hay un fuerte rezago de la misma.
Desarrollo ambiental
de los jóvenes estudiantes
En México, la juventud no sólo ha tenido un papel cada día más importante en la
actividad económica, política, cultural, académica y social de la historia reciente, sino
que al mismo tiempo se ha ido apropiando de diferentes espacios de expresión en la
medida en que ha recibido apoyo de diferentes grupos y organismos gubernamentales
y civiles. Son más de 19 millones los jóvenes, hombres y mujeres con edades entre
15 y 24 años, quienes demandan buena educación,
equidad, salud, cultura, recreación y
deporte, pero, sobre todo, un fuerte impulso a
la apertura de oportunidades económicas y
políticas que garanticen la inclusión social y el
respeto a la diversidad.
Vinculación con grupos
de la sociedad en proyectos ambientales
La vinculación se ha configurado en la educación superior como una de las
acciones estratégicas para acercar los servicios educativos de las IES al ámbito de
la sociedad y como una forma de obtener recursos adicionales. Es notoria la creciente
participación de la academia en proyectos ambientales impulsados desde
el sector gubernamental, tanto federal como estatal. También, se ha favorecido
la prestación de servicios, en aspectos relacionados con la investigación de laboratorio,
las asesorías y las consultorías.
Organizaciones académicas
en temas ambientales
Para atender los temas ambientales se han creado diversas formas de organización
de las IES, como redes, consorcios, academias y federaciones. Estas organizaciones
se constituyen de diversa manera: interfacultades, interinstitucionalmente,
instituciones nacionales con extranjeras, etc. Como ejemplo concreto
está el Consorcio Mexicano de Programas Ambientales Universitarios para el
Desarrollo Sustentable (Complexus),34 el cual actualmente agrupa a 12 instituciones
de educación superior, públicas y privadas, que cuentan con algún programa
o plan ambiental. El propósito de Complexus es establecer un espacio de
reflexión conjunta y colaboración entre coordinadores de programas ambientales
universitarios, comprometidos con la incorporación de la dimensión
ambiental en los quehaceres sustantivos de sus instituciones.
Desempeño ambiental de las IES
Las instituciones de educación superior han adquirido, de manera creciente,
interés por establecer algunas acciones incluidas en lo que se conoce como sistemas
de manejo ambiental. Estas acciones giran alrededor del ahorro y uso
eficiente de energía eléctrica, agua, manejo de residuos, compras y administración
verde. Es de esperarse que cada vez más se avance en este rubro y se
aborden todos los procesos cotidianos de las instituciones para disminuir sus
impactos. Aún son pocas las IES que han establecido este tipo de programas
institucionales, sin embargo, es un tema que ha cobrado relevancia de manera
acelerada.
Otras acciones para el trabajo
ambiental de las IES
hay
otras líneas de trabajo importantes, pero que atraviesan por una etapa incipiente,
o aún no se han desarrollado. En este caso nos referimos a:
a) Instrumentos ambientales para el trabajo en las IES: indicadores ambientales, certificación ambiental. Se
encuentran en una etapa de despegue, requiriendo apoyo de procesos de investigación para su fortalecimiento.
b) Conformación de estrategias para:
1) la formación ambiental de profesores;
2) la formación ambiental de personal vinculado con la administración escolar y con los trabajadores y sindicatos;
3) la atención en educación ambiental a los egresados;
4) el desarrollo de acciones de comunicación educativa ambiental;
5) la realización de actividades ambientales vinculadas con el servicio social, entre otras.
CAPITULO 6: LA INVESTIGACIÓN EN EDUCACIÓN AMBIENTAL
EEn nuestro país, a pesar de su crecimiento, la investigación en educación
ambiental (IEA) presenta diversos problemas y rezagos, como procesos de producción
no delimitados, trastrocamiento entre la práctica y la investigación,
difusión limitada de los resultados y productos, falta de reconocimiento social,
inexistencia de una estrategia de formación que acredite a los investigadores de
este campo, en el marco de un amplio debate respecto de su necesidad, pertinencia,
identidad, perspectivas, objetivos, metodologías, entre otros. Sin embargo,
los logros alcanzados se han constituido como un elemento central para la
consolidación del campo de la educación ambiental.
Los usos de la investigación
Enriquece las intervenciones educativas con una dimensión reflexiva, que supere la relación inmediatista de las
experiencias propias; devela la significación de los procesos, hace explícitos los fundamentos conceptuales, políticos,
metodológicos y documenta y analiza la dinámica y los procesos, evidencia los aspectos positivos, transferibles
a otras situaciones.
Ayuda a conservar una memoria crítica de los avances de la práctica de la EA. La investigación progresivamente
va enriqueciendo el conocimiento del campo de la EA, ya que contribuye a conjuntar las reflexiones, saberes y
conocimientos que se conservan, organizan, enriquecen y difunden.
Permite vislumbrar mejor la pertinencia y eficacia de los procesos educativos; permite aclarar el sentido de la
acción educativa, al sugerir principios, enfoques, modelos, criterios y estrategias justificadas y válidas.
Puede otorgar mayor credibilidad a este campo de intervención, a sus prácticas educativas y a demostrar su importancia. Esta credibilidad es necesaria particularmente para estimular y orientar el proceso de institucionalización
de la educación ambiental, particularmente en el sistema educativo. También se hace necesaria para
estimular la colaboración de diversos actores de las esferas académica, política y económica en proyectos de educación
ambiental.
Supone dos perspectivas principales: amplía las visiones del mundo o sostiene las concepciones respecto de la
relación entre la sociedad y la naturaleza; desde ambas posturas se ofrecen respuestas significativas ante la angustia
que supone solucionar problemas prácticos.
Sobre la noción de investigación
La noción de investigación dominante es la que se liga al “conocimiento científico”,
es decir, asociada con el uso del “método científico”. Noción que se generó
en el ámbito de la ciencia biofísica de tipo positivista. Sin embargo, este concepto
se ha generalizado inadecuadamente a toda actividad científica. En la
investigación social existen otros paradigmas reconocidos que se distancian de
esta concepción, como el interpretativo y el crítico.
Antecedentes de la investigación
en educación ambiental en México
En un primer intento
de periodización se identifican tres etapas de su desarrollo: la primera etapa (de
1984 a 1989), denominada Orígenes del campo, primeras investigaciones; la segunda (de 1990 a 1994), llamada Crecimiento y diversificación de las investigaciones
en EA, y la tercera etapa (de 1995 a la fecha) titulada Del proceso de
consolidación del campo de la investigación en EA.
Caracterización de la investigación
en educación ambiental en México
Los avances en la investigación registrados desde 1992 a la fecha se reflejan en cinco
estados de conocimiento. Uno de ellos da cuenta de ciertas bases para continuar con
la consolidación del campo, pues se refiere a la identificación y análisis del tipo de
investigaciones y publicaciones, así como el contexto institucional de la producción;
analiza también los temas investigados, las concepciones y las metodologías empleadas
y su evolución; la relación con los problemas educativos del país, y el impacto de
las investigaciones en la educación nacional.
Consideraciones generales
Se aprecia a la investigación en educación ambiental como incipiente. Si bien ha tenido un crecimiento importante,
aún falta consolidarse como campo.
Se observa que los aspectos teóricos han sido poco abordados, predominando enfoques cuantitativos. Sin
embargo, se aprecia presencia de otros enfoques más comprensivos.
La investigación en educación ambiental no ha generado métodos y técnicas propias, y la mayoría de las veces
utiliza metodologías de enfoques positivistas de poca utilidad para aproximarse a procesos sociales.
La investigación en educación ambiental no ha constituido una identidad propia. Pero aunque no posee un
perfil definido y estable, se adscribe a un discurso crítico y de transformación social, lo que supondría un enfoque
marcadamente político, y de búsqueda, por difundir una perspectiva ambiental alternativa. Sin embargo,
en la práctica se ha enseñado más sobre el ambiente que sobre esta perspectiva transformadora.
Existen diferencias entre la práctica de la educación y la de la investigación en educación ambiental; una supone estrategias
de intervención y la otra producción de conocimientos, sin embargo, los límites y relaciones entre ambas aún no están
claramente establecidos, ya que estas diferenciaciones son producto del propio desarrollo y consolidación del campo.
Los investigadores son escasos y no cuentan con equipos de investigación con sólida formación. La práctica de la
investigación se realiza en el aislamiento y soledad institucional, ya que no se cuenta con el conocimiento, y relaciones
con otros investigadores en el campo. Los investigadores de educación ambiental no tienen la práctica de leer
a otros investigadores nacionales, y entablar procesos de diálogo analítico y constructivo. No se cuenta con espacios
de formación, análisis y autoevaluación de su propia actividad
CAPÍTULO 7: EDUCACIÓN AMBIENTAL NO FORMAL URBANA
La educación ambiental no formal2 urbana, constituye una de las modalidades
de este campo pedagógico que ha tenido un mayor crecimiento en los
últimos años, lo cual es resultado de diversos factores, entre los que destacan:
Como consecuencia de estos factores, en la actualidad se observa una oferta creciente
de proyectos de educación ambiental urbana, que no obstante su diversidad
presenta interesantes coincidencias en cuanto a los problemas ambientales
atendidos y los enfoques prevalecientes.
E D U C A C I Ó N A M B I E N T A L N O F O R M A L U R B A N A
1 Este apartado fue coordinado por Salvador Morelos Ochoa.
2 Para conocer la caracterización de la modalidad no formal véase el capítulo 8.
el aumento de los problemas ambientales en las zonas urbanas;
un mayor acceso a la información en los medios de comunicación, que atienden preferentemente los problemas
urbanos, salvo en casos de contingencia ambiental;
el aumento del interés y la participación social en materia ambiental;
el fortalecimiento de las capacidades de los gobiernos de las ciudades para la gestión ambiental en general, y
en particular para la educación ambiental;
el aumento de la infraestructura para la educación ambiental no formal;
el establecimiento de programas de educación ambiental impulsados por los tres niveles de gobierno, instituciones
académicas, organizaciones civiles e individuos;
el desarrollo de programas de formación de educadores ambientales, y
la incorporación de la dimensión ambiental en la currícula de los distintos niveles de escolaridad, lo cual
demanda más servicios educativos no formales para el complemento de su labor.
Temas, enfoques
y orientaciones prevalecientes
En términos generales la educación ambiental en las ciudades presenta una atención
inercial a los “temas clásicos” que se han tratado desde la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, realizada en Estocolmo, en 1972.
La mayor parte de los programas educativos se enfocan a atender los problemas
de la basura, el agua, la contaminación del aire y el cuidado de las áreas verdes,
y en una menor proporción a la conservación de la naturaleza o a la difusión de
tecnologías alternativas, salvo en las grandes ciudades y las áreas suburbanas.
El nivel de profundidad y complejidad de los temas es heterogéneo. En términos
generales, en las ciudades del país, las cuales tienen mayor acceso a la información
y más tiempo trabajando la materia de educación ambiental, se observa
un mejor tratamiento conceptual de los temas y una mayor amplitud en el análisis
de las causas de los problemas ambiental, sus efectos y sus posibles soluciones.
Avances y logros
La continuidad de los proyectos, la evaluación y la sistematización de las experiencias
son las principales debilidades de esta modalidad educativa. Aunque
hay que reconocer que las aportaciones de la educación ambiental no formal
han sido con frecuencia de mayor valor innovador que las planteadas en la
educación escolarizada, inmersa en las limitaciones del sistema educativo
nacional.
CAPÍTULO 8: EDUCACIÓN AMBIENTAL NO FORMAL EN EL MEDIO RURAL
La EANFMR es una modalidad que comprende todos los esfuerzos sistemáticos
de sensibilización, formación y capacitación ambiental relacionados con las actividades
de los habitantes rurales en sus espacios cotidianos. De manera complementaria,
la EANFMR incluye los programas que tienen como fin educar
ambientalmente a la población, escolar y no escolar, para el cuidado de la naturaleza,
conviviendo con ella en experiencias educativas.En ese sentido, la
EANFMR comprende los planes, programas y proyectos que se realizan en centros
culturales ambientales.
El contexto rural
Desde hace al menos dos décadas el medio rural presenta una situación contradictoria
desde la perspectiva ambiental. Por una parte es objeto de atención de
un número creciente de grupos preocupados por la destrucción de sus ambientes
a causa de la permanente sobrexplotación y contaminación a las que han sido
sometidos. Pero por otro lado, las áreas rurales
atraviesan una grave crisis de identidad en términos
del papel que desempeñan ahora y en el
futuro en el desarrollo del país.
Importancia de la EANFMR
La complejidad del contexto rural ha sido atendida desde diferentes enfoques y
prácticas por la educación ambiental. El origen y evolución de la EANMR remite
al desarrollo de experiencias pioneras de la educación para la conservación de la
naturaleza y, de igual manera, en esta modalidad de la educación ambiental se ha
expresado la corriente del extensionismo ambiental, que se mantiene en la línea
del viejo extensionismo rural de los años sesenta, cuyas limitaciones pedagógicas y
didácticas han sido ampliamente señaladas (PNUMA/REPEC, 1994).
Actores de la educación ambiental
no formal en el medio rural
La educación ambiental no formal en el medio rural ha tenido y tiene su expresión
en un conjunto de organismos, en sus planes y programas, en materiales
didácticos y publicaciones, eventos cursos de capacitación y promoción social. Así
mismo, en los esfuerzos inter e intra institucionales. Se ha carecido, sin embargo,
de inventarios analíticos específicos que revelen esas realidades.
Organismos gubernamentales
En la década de los años 80 se inicia el registro de la intervención de esta clase
de organismos en programas de EANFMR.4 La Secretaría de Salud y la Secretaría
de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue) fueron pioneras. En los años 90 se fortalece
la EANFMR con la participación del Consejo Nacional de Población
(Conapo), el Instituto Nacional Indigenista (INI) y el Instituto Nacional para la
Educación de los Adultos.
Organismos no gubernamentales
Los organismos no gubernamentales que realizan EANFMR han sido vanguardia
en el país en el diseño de estrategias y metodologías de promoción para la construcción
de sociedades sustentables, en particular en aquellos donde su trabajo se
realiza a partir de reconocer la necesidad de transformar las relaciones de la sociedad
con la naturaleza, pero de igual manera las relaciones al interior de la propia sociedad, combatiendo la pobreza, la inequidad y la falta de participación social
como factores centrales de la destrucción del ambiente.
Organismos populares o de base
Comunidades y ejidos han sido el origen de organismos populares o de base,
que en los últimos años han desempeñado una labor importante de educación
ambiental y desarrollo sustentable, en muchas ocasiones con el apoyo brindado
por organismos externos, aunque existen en la actualidad experiencias cabalmente
autogestivas.
El fortalecimiento de la capacidad de gestión local es un argumento
para la formación de distintos organismos que han surgido,
sea con objetivos económicos bajo un enfoque ambiental, sea
con objetivos explícitamente ambientales. En esta línea se ubican
las comunidades y sus organizaciones de productores, que han
puesto énfasis en el impacto ambiental de los cultivos con tecnología
de la Revolución Verde, y a la protección y recuperación del
suelo, el agua, la fauna y la vegetación.
Instituciones de educación superior
Las universidades, como ya se ha planteado en el documento, tienen como fin
la enseñanza, la investigación y la difusión de la ciencia. De manera prioritaria
dedican su atención a la difusión o divulgación de resultados de investigaciones
científicas, tecnológicas y humanísticas y a la formación de recursos humanos
mediante cursos, diplomados, seminarios, entre otros.
Áreas Naturales Protegidas
Las áreas naturales protegidas (ANP) cuentan con una larga historia en el país como
estrategia de defensa de la biodiversidad y de la conservación de especies en peligro
de extinción. Su existencia es en sí un mensaje para el cuidado del ambiente, y se han ido convirtiendo en un importante espacio de realizar actividades de educación.
Hoy en día los gobiernos federal, estatal y municipal elaboran programas para incrementar
el número de ANP y dotarlos de ordenamientos y planes de manejo.
Sitios Ramsar
Los humedales representan zonas de alta importancia biológica y económica por
los servicios ambientales que proporcionan a la sociedad. Por lo anterior, la
Conanp, como autoridad gubernamental de la Convención Ramsar, en coordinación con otras instituciones, y el Cecadesu, realiza acciones de educación y
comunicación para promover la conservación y uso sustentable de los humedales,
con apoyo de las comunidades locales, como:
Una de las estrategias fundamentales en la conservación de humedales es el diseño
de iniciativas basadas en la información y la investigación. El objetivo es
transmitir los conocimientos de forma clara y concisa mediante programas y
acciones de educación, comunicación y capacitación ambientales y la incorporación
de las comunidades en la conservación, incluyendo el uso sustentable de los
ecosistemas y sus biodiversidad.
En este sentido, en la Conferencia de Ramsar, de 1999, se aprobó el primer programa
de acciones para promover la comunicación, la educación y la concienciación
del público sobre humedales (CECoP). Este Programa define su propia visión: “que
la gente pase a la acción en pro del uso racional de los humedales”.
El programa CECoP está a cargo del Cecadesu, en coordinación con la Conanp.
Con el propósito de cumplir con los objetivos de este Programa se han establecido
una serie de acciones, ya que la comunicación, la educación y la concienciación
son herramientas esenciales para alcanzar un desarrollo sustentable en
torno a los ecosistemas de humedales. Tener una sociedad informada y conciente
puede incentivar la acción permanente, conciliando las diferentes visiones y
logrando por lo tanto un equilibrio entre lo ambiental, lo social y lo económico,
bases del desarrollo sustentable.
En el contexto de políticas coherentes con el “capitalismo verde” se pueden distinguir
dos vertientes de acción del sector empresarial. Por un lado, las actividades
ubicadas en la modalidad informal, promovidas por empresas que han
asumido por momentos el papel de agentes de la educación ambiental, con la
realización de campañas y la divulgación de materiales distribuidos por medios
a. El inventario nacional de humedales de México.
b. La formación del comité nacional de humedales prioritarios.
c. La integración del uso racional de los humedales en el desarrollo sustentable.
d. La designación de sitios Ramsar (actualmente existen 65 sitios con más de cinco millones de hectáreas).
Organismos empresariales
En cuanto a la modalidad no formal, existen organismos empresariales13 que han
impulsado programas de capacitación y desarrollo rural con productores agrícolas,
los cuales paulatinamente han cambiado su enfoque hacia la sustentabilidad,
después de haber sido por décadas impulsores de la revolución verde en el
campo. Otros organismos han apoyado con fondos el desarrollo de proyectos de
protección y restauración ecológica14 integrando acciones de educación ambiental
y, así mismo, han surgido en los últimos años un conjunto de empresas verdes
especializadas en tecnologías del medio ambiente, con actividades de investigación,
difusión y de prevención de la contaminación, incorporando la participación
de las poblaciones aledañas.
Logros y avances
La EANFMR, en tanto modalidad desescolarizada, ha sido reconocida como factor significativo en la formación
de una cultura ambiental cívica. En los últimos años, organismos gubernamentales, no gubernamentales,
organizaciones populares e instituciones de educación superior han multiplicado las ofertas de educación
ambiental no formal en el medio rural en atención a muy distintos sujetos, y abordando un conjunto amplio
de temas. Sin duda, la preocupación por la educación ambiental en el medio rural está presente en todos los
estados del país, aunque muchas veces de manera desigual.
En experiencias de EANFMR se han establecido innovaciones metodológicas dirigidas, tanto a la formación de una
ética ambiental como a elevar la capacidad de autogestión de la sociedad rural en el uso racional de los ecosistemas.
Programas de EANFMR son dirigidos a la formación cívica ambiental y a influir en políticas públicas con
propuestas integrales de desarrollo sustentable, como el saneamiento, la restauración y el ahorro de energía
y materia y las actividades económicas ligadas a la extracción y transformación de los bienes naturales.
Las políticas ambientales y una mayor conciencia de los productores rurales han permitido que sus organizaciones
incorporen el componente ambiental en sus proyectos de conservación y manejo integral de los recursos naturales.
CAPITULO 9: DIVULGACIÓN DE LA CIENCIA, COMUNICACIÓN Y PERIODISMO AMBIENTALES
El presente apartado se encarga de tres temas de gran importancia en el campo
de la educación ambiental para la sustentabilidad: la divulgación de la ciencia,
la comunicación y el periodismo. El concepto de cada uno de los tres rebasa
con mucho el carácter de meras herramientas que con frecuencia se les atribuye.
Las conexiones entre educar, comunicar y divulgar son estrechas y pueden llegar
a ser vitales en los procesos pedagógicos de la educación ambiental.
Comunicación del conocimiento ecológico
y educación ambiental: una revisión de
su relación y algunas propuestas
Se reconoce que la educación ambiental tiene un carácter interdisciplinario
e integrador que permite comprender las complejas relaciones entre las
sociedades y los sistemas naturales. Para ello los conocimientos generados
desde ciencias como la ecología tienen mucho que aportar a la construcción
de visiones más complejas sobre la dependencia de las sociedades humanas
a los bienes y servicios brindados por los ecosistemas. Una relación más
estrecha entre la educación ambiental y la ecología ayudaría a los grupos
humanos a tomar decisiones con respecto al uso de sus territorios, considerando
el entendimiento sobre la historia evolutiva de los terrenos, y sobre la
estructura y funcionamiento de los sistemas ecológicos, factores que al ignorarse
han contribuido al deterioro ambiental en muchas regiones del
mundo.
La producción de la investigación
ecológica y su utilidad en la
construcción de la sustentabilidad
Como actividad humana, la ciencia siempre ha tenido como objetivo central
la construcción de conocimientos útiles para la sociedad. La búsqueda
de explicaciones sobre el universo se basa en el interés de brindar elementos
a las sociedades para una comprensión más amplia de nuestra presencia
en él, además de brindar información práctica para nuestra sobrevivencia
cotidiana en este planeta. Conocer los sistemas naturales, de los cuales
depende nuestra existencia, ha sido una necesidad continua de los grupos
humanos. El origen de las ciencias como la ecología no es sino la continuidad
de los esfuerzos humanos por entender la presencia de las muchas otras especies habitando el planeta y del complejo funcionamiento de los sistemas
naturales.
Pocos ecólogos en México y
escasa información accesible
para los educadores ambientales
En los países latinoamericanos, y en México particularmente, el desarrollo de la
ecología como disciplina científica debe considerarse tardío, ya que es hasta las
décadas de los años 40 y 50 cuando se ubican los primeros investigadores en este
campo particular de investigación2 (Soberón 1995; Toledo y Castillo, 1999).
Asociado con el nacimiento reciente de esta ciencia, otra característica importante de la ecología en México es el número reducido de investigadores, sobre
todo si consideramos la gran extensión territorial de nuestro país y su característica
como país megadiverso.3 Según estimaciones de Golley (2001), con base
en el número de autores que publican temas de ecología y reportados en las
bases de datos del Biological Abstracts, a principios de la década de 1980 había
36 ecólogos en el país. Para 1991, Piñero (1994) da una cifra de 133, y de acuerdo
con datos reportados por Castillo y Toledo en el 2000, el total de ecólogos
no era mayor de 400.
Ejemplos de la relación entre
educación y ciencia para la
sustentabilidad
A pesar de que la organización de la actividad científica en México no parece incentivar la comunicación de los ecólogos con grupos no científicos de la sociedad,
existen iniciativas y experiencias importantes de comunicación y colaboración
de estos científicos con sectores involucrados en la toma de decisiones sobre
los ecosistemas. Tal es el caso del Instituto
Manantlán de Ecología y Conservación de
la Biodiversidad de la Universidad de
Guadalajara. Las funciones de esta institución
están estrechamente relacionadas con
la creación, en 1985, de la Reserva de la
Biosfera Sierra de Manantlán, en el estado
de Jalisco. Las actividades de investigación
del Instituto están muy ligadas al contexto
socioambiental y a las necesidades de manejo
de la reserva. Una proporción importante
de los proyectos de investigación se
determinan en función de las demandas
sociales de las comunidades humanas presentes
en la reserva y de los problemas ambientales identificados.
Los aprendizajes de colaboración
entre investigación y la sociedad
Los aprendizajes de la experiencia de San Juan Nuevo, que pueden también relacionarse
con otros proyectos referidos aquí, para lograr una mejor vinculación entre las
instituciones de investigación y los productores rurales, y promover la utilización de
los resultados de investigación.
El papel de la educación ambiental
en las instituciones de investigación
ecológica y ambiental: algunas ideas
y propuestas
1) En las reflexiones actuales sobre el papel de la educación ambiental se reconoce que la educación por sí sola no
es suficiente para lograr los cambios y transformaciones sociales necesarios para transitar hacia un desarrollo que
considere el bienestar de todos los grupos humanos al mismo tiempo que se mantengan los procesos ecológicos que
sustentan el funcionamiento de la biosfera (Reyes, 1997; Andelman, 2001).
2) Desde las instituciones de investigación ecológica, por otro lado, hay un interés creciente en que tanto los
resultados de investigación como las capacidades y la experiencia de los investigadores sean útiles en la toma de
decisiones sobre los ecosistemas. Lo que no significa que sea la ciencia biológica o ecológica, y menos los científicos
entrenados en estos campos, quienes dicten las maneras de entablar las relaciones entre los grupos humanos
y la naturaleza.
3) En primer lugar, las instituciones de investigación debieran ser capaces de reconocer las ventajas de establecer
alianzas con gremios como los educadores ambientales. Los esfuerzos de los científicos de dar a conocer los
principios funcionales de los ecosistemas, así como brindar asesoría y recomendaciones de tipo técnico, podrían
obtener mejores resultados si se considera el trabajo con y a través de los educadores ambientales.
Periodismo ambiental mexicano
y educación ambiental
Dentro de este subtítulo se incluyen reflexiones que en torno a la práctica del
periodismo ambiental se han producido en nuestro país desde la década de los
70 hasta la fecha, en dos sentidos: a) el periodismo ambiental, como forma de
comunicación para la contribución de una cultura ambiental en la sociedad; b)
los avances y retos que deben enfrentarse en esta materia de la mano de los procesos
de educación ambiental para la sustentabilidad. Por lo anterior, se presentan
al final del documento, en el rubro de los retos y propuestas, dos aspectos
que, teniendo su particularidad, deben trabajarse de manera entrelazada: el
periodismo ambiental y la EAS, los cuales deben surtir un efecto complementario
entre la formación de una opinión pública informada, la toma de decisiones
de manera conciente y la participación ciudadana a favor del medio ambiente y,
por ende, de la calidad de vida de los sujetos en colectividad.
Función y características del
periodismo ambiental en México
El periodismo ambiental es un quehacer comunicativo que, aunque no
se plantee una intención explícita educativa, sí repercute en la codificación o significación
de la realidad y en la formación de una agenda pública, donde se establecen los
temas de interés que se suscriben de acuerdo al acontecer, y su reflexión o debate, en
los espacios de gestión ciudadana y de opinión pública, por los diferentes sectores.
1. Una prensa contestataria como no lo había sido en decenios, al menos en un sentido amplio, al buscar causas
reales de los problemas ambientales precisamente en los vicios de la administración pública
2. El surgimiento del periodismo ambiental desde el periodismo político, de la crítica al poder. En este sentido,
el periodismo ambiental también se impone otra tarea con el tiempo: desenmascarar un discurso que se ha
hecho cada vez más verde, pero en buena medida, con afanes simuladores.
3. La persistencia, desde entonces, de periodistas con esquemas simplistas y condenatorios que no se apegan a
los argumentos en pro y en contra de las formas de desarrollo inmersas en los actores involucrados en un asunto
de debate ambiental.
¿Hacia dónde camina el periodismo
ambiental? Avances y retos
Pese a las características anteriores de la prensa ambiental en México, hay sin duda
síntomas alentadores de salud que, nuevamente, no se han originado en una preocupación
idealista en la naturaleza y sus resonancias. Ha sido más bien la nota de
crisis, siempre asociada con la política, a la economía, a los esquemas de bienestar
humano en retroceso, los que lo han hecho brotar. Esto, sin duda, provocó una
prensa más alerta, pero que no se ha podido sacudir el estigma de interesarse solamente
en el desastre o la alarma.
La complejidad del tema ambiental
para su comunicación
En términos de Víctor L. Bacceta (2000) “El periodismo ambiental considera
los efectos de la actividad humana, desde la ciencia y la tecnología en particular,
sobre el planeta y la humanidad (...) [Pero] La amplitud del periodismo ambiental
se manifiesta en la interdependencia que debe establecer entre los más diversos
campos del conocimiento con otros aspectos, como la política, la cultura y
la economía. Su complejidad no permite reducirlo al análisis y descripciones simplistas. El periodismo ambiental es un tipo de comunicación especializada
que requiere una preparación específica, desde el momento en que debe lidiar
con una gran variedad de conocimientos, muchos de los cuales exigen el dominio
de informaciones de diversas ciencias y teorías, desde las físicas y naturales,
hasta las sociales y culturales.
Algunas conclusiones
del periodismo ambiental
1. El periodismo ambiental surge del político, como desastre, escándalo y sospecha de corrupción. Se consolida
cuando el discurso verde toma cuerpo y prestigio en nuestro país, y se empeña, en sus vertientes más críticas,
en desenmascarar las imposturas políticas asociadas al adjetivo “ecologista”.
2. Hoy, el lector ya puede conocer los problemas que ocurren en los lugares más recónditos por la voz de sus
actores, los habitantes del mismo lugar, y no sólo a través del oficialismo certificador de “conflictos”, y eso ha
revelado el enorme desastre ambiental en que vivimos.
3. El periodismo ambiental está obligado a superar las visiones tremendistas, las cuales no colaboran a entender
la complejidad de una crisis, la ambiental, que involucra dimensiones tan diversas como la economía, la
política, la científica, la ética, entre otras.
4. Es cada vez más común que el poder y sus instancias de gobierno entiendan que toda crisis comienza o termina
siendo ambiental. Se han dado espacios a los nuevos expertos de la academia, se han elaborado leyes más
o menos modernas, se han firmado acuerdos internacionales para aspectos tan extraños al conocimiento del
hombre común como biodiversidad, biosfera, calentamiento global, áreas naturales protegidas, transgénicos,
tráfico de especies amenazadas y en peligro, deforestación, captura de agua y un largo etcétera.
5. Sin embargo, y pese a estos avances, uno de los problemas más serios de la prensa en México es su falta de
autocrítica. Buena parte de los periodistas creen que tienen el monopolio de la crítica, y que eso los santifica y
los hace inmunes a ser criticados. Esta actitud a veces esconde conductas cínicas: detrás del parapeto de un
medio de comunicación se pueden esconder negocios legales o ilegales y tráfico de influencias.
6. En México tenemos medios masivos que operan como legitimadores de intereses empresariales específicos
en ramos tan diversos como el negocio inmobiliario (la receta jamás dejada de lado de crecimiento de fortunas
en nuestra región), los desarrollos turísticos, las instituciones educativas, los centros culturales.
Consideraciones sobre el periodismo
y la educación ambiental
1. El periodismo nace del conflicto y, por lo mismo, es necesario cuidar que este punto de partida no pierda el
equilibrio y derive en enfoques amarillistas.
2. No toda acusación contra la vena sensacionalista es sincera, puede también suceder que existan detrás intereses
de grupos de poder porque ese presunto “amarillismo” pone en riesgo sus beneficios, que pueden ser ajenos
a lo ambiental, es decir, ajenos a los intereses de la comunidad.
3. El periodismo “ambiental” es finalmente periodismo, por lo tanto, debe observar los mismos principios y
atenerse a las mismas prácticas de ética profesional: la objetividad (que no la neutralidad) como método de trabajo,
el compromiso (que no la militancia) como relación con los temas, la distancia (que no la indiferencia)
en la relación con las fuentes y los intereses.
4. Apostar por lo anterior es vital para los periodistas por una simple razón: no hay periodismo sin ciudadanos.
Pero tampoco existe el ejercicio del derecho de la ciudadanía sin prensa libre.
5. Para los educadores ambientales resulta necesario analizar cuáles son los hechos que se convierten en noticia,
a fin de favorecer la presencia planeada de los esfuerzos educativos que pueden convertirse en noticia, que
es el lugar privilegiado de la información en el acontecer cotidiano.
6. Se debe reconocer que lo ambiental no es una fuente, sino que permea o atraviesa todos los aspectos de la
vida (población, pobreza, uso de los ecosistemas, economía...).
7. El periodismo ambiental no puede obviar las ineludibles características del periodismo en general:
a) Apego a la verdad.
b) Dar contexto a las notas.
c) Que sean notas didácticas (para aprender y relacionar).
d) Notas propositivas.
8. Los retos o vicios para superar en el tratamiento más común del tema ambiental en los medios son:
e) La perspectiva maniquea de bueno o malo.
f ) La militancia, cuando ésta lleva a no escuchar a todos los actores.
g) Quedarse en la nota y no ir hacia el reportaje.
h) No aterrizar en la gente (lo que le interesa, lo que hace).
9. El educador ambiental debe también convertirse en un formador de comunicadores. No sólo acercando la
información técnica o científica de los ecosistemas o de los problemas ambientales a los periodistas.
Las prácticas más comunes de
comunicación educativa ambiental:
los vicios y los retos a superar
En el marco de una concepción amplia de la comunicación que influye en los
procesos educativos en cuanto a: la relación que establece con los sujetos para
facilitar el aprendizaje, a la creación de mensajes y también en cuanto a generar
una convocatoria o movilización, se presentan algunos vicios que es importante
superar en el terreno educativo ambiental:
E s t r a t e g i a d e E d u c a c i ó n A m b i e n t a l
203
a) Existen prácticas de educación ambiental diseñadas con base en esquemas instructivos y de transmisión de
información que, por buenos que sean, no son eficientes para la construcción de marcos de acción y de valoración
de la realidad. Tal es el caso de los educadores que piensan que con tener buena información científica
o una buena ecotécnica el camino educativo será sólo darla a conocer y establecerla.
b) Con cierta frecuencia los educadores y comunicadores ambientales olvidan la complejidad de todo proceso
formativo y pretenden educar con mensajes simplistas.
Recomendaciones para la educación
y la comunicación ambiental
1. Debe reconocerse e integrar el papel múltiple de la comunicación en la planeación de los proyectos educativos
ambientales. Un esfuerzo de educación ambiental que integre las dimensiones comunicacionales, particularmente
la organizativa, tendrá más elementos para lograr el fin de la participación organizada de los sujetos meta.
2. Algunos temas e ideas en torno a la relación comunicación-educación que ayudarían a construir un marco
teórico como andamiaje para la práctica.
3. Ampliar los temas de discusión respecto de la comunicación en la educación ambiental, superando los referidos
en los documentos emanados de las reuniones internacionales, donde impera la difusión de la información,
la comunicación y divulgación de la ciencia y el papel de los medios masivos.
4. Renovar las formas de hacer educación ambiental, innovando las formas de comunicación y los mensajes
que se desprenden de ellas.
5. Trabajar en la creación de una estrategia de comunicación educativa de manera seria que pueda elevar el
papel de la comunicación de un plano instrumental a la creación de una metodología no reduccionista. Para
ello resulta imprescindible retomar las experiencias en este campo de instituciones como el Gobierno del
Distrito Federal, el cual impulsa la estrategia “Comunicación educativa ambiental en la Cuenca de México.
6. Profesionalizar el campo de la comunicación
educativa a partir de la creación de programas académicos
de nivel maestría, especialización o diplomados
acordes con la realidad del país.
7. Buscar la vinculación entre universidades, instituciones
públicas, sector privado y ONG con
empresas editoriales para capitalizar las experiencias,
conocimientos, recursos y coberturas con el
propósito de consolidar un proyecto editorial y de
divulgación de alcance nacional en materia de educación
ambiental para la sustentabilidad
8. Buscar financiamiento para compartir, difundir y
sistematizar los esfuerzos realizados por ONG, universidades,
instituciones educativas, gobiernos y
comunidades que hayan realizado o realicen trabajos
de comunicación en radio, televisión, video,
materiales didácticos e internet.
CAPÍTULO 10: MISIÓN, VISIÓN Y OBJETIVOS ESTRATEGICOS
MISIÓN:
Desarrollar políticas públicas en materia de educación ambiental para la sustentabilidad,
tanto en el plano nacional como local, que favorezcan la construcción
de una cultura ambiental, el incremento en la calidad de vida de la población,
el fortalecimiento de la ciudadanía y de las múltiples identidades culturales del
país, y la protección de los ecosistemas y su biodiversidad.
Valores
La misión tiene sentido en el marco de una ética ambiental que considera un
repertorio de valores humanos, entre los que destacan los siguientes, sin menoscabo
de otros que aporten a la sustentabilidad:
Respeto a la vida en todas sus manifestaciones, especies y ciclos naturales.
Equidad y solidaridad (justicia social y económica, corresponsabilidad, compromiso con los pobres).
Respeto a la diversidad humana (tolerancia a las diferencias, colaboración, observancia de los derechos humanos).
Visión
En México, en el año 2014, la educación
ambiental para la sustentabilidad
es una política pública, construida con
amplia participación social, en los
ámbitos de gobierno federal, estatal y
municipal, que se manifiesta de manera
transversal en los quehaceres sociales
y es un elemento estratégico en el
Plan Nacional de Desarrollo, en el
Programa Nacional de Educación y en
el de Medio Ambiente, así como en
los programas sectoriales nacionales y
estatales, en especial los de medio
ambiente, educación y desarrollo.
Objetivos Estratégicos
1. Consolidar la educación ambiental para la sustentabilidad como una política pública fundamentada en una
legislación, tanto específica, como transversal, a otros campos relacionados.
2. Conformar una amplia oferta de formación ambiental que permita al país y a sus distintas regiones contar
con docentes, educadores y promotores ambientales y recursos humanos estratégicos y operativos.
3. Contar con marcos jurídicos e instituciones nacionales, regionales y locales responsables del desarrollo de la
educación ambiental para la sustentabilidad, y con mecanismos de concertación, coordinación y cooperación interinstitucionales
e intersectoriales capaces de operar las políticas públicas definidas en este campo educativo.
4. Consolidar el campo de conocimiento en materia de EAS a través de programas de sistematización y evaluación
de las prácticas, de impulso a las innovaciones educativas, de formación de investigadores, de mecanismos
de articulación, comunicación, difusión e intercambio de experiencias entre los educadores y promotores
ambientales.
CAPÍTULO 11: ANALISIS DE LAS FORTALEZAS, OPORTUNIDADES, DEBILIDADES Y AMENAZAS DE LA EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA LA SUSTENTABILIDAD
se incluye el análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades
y amenazas (FODA) realizado como parte del proceso seguido para la elaboración
de la presente Estrategia. Cabe destacar al respecto que las ideas contenidas
en este análisis se han organizado, con las limitaciones que esto implica,
en función de los asuntos estratégicos definidos como ejes para esta Estrategia.
Los documentos revisados, los foros de consulta y las opiniones de los expertos
señalan, obviamente, otras muchas fortalezas, oportunidades, debilidades y
amenazas en el campo de la educación ambiental para la sustentabilidad, pero
aquí se han incluido solamente aquellas que abonan de manera directa a darle
contexto a las propuestas que componen las líneas de acción, las metas y las
acciones cruciales.
CAPÍTULO 12: PLANEACIÓN ESTRATEGICA: ASUNTOS ESTRATEGICOS, LÍNEAS DE ACCIÓN, METAS Y ACCIONES CRUCIALES
En función del diagnóstico realizado, de la misión, de la visión y del análisis
FODA, se definieron cuatro asuntos estratégicos, es decir, asuntos que inciden
en todas las modalidades de educación y comunicación ambiental que se abordan
en los capítulos de diagnóstico de la EAS y que requieren una atención prioritaria
para que el campo de la EAS no pierda las posiciones ganadas, entre en decadencia
o se haga irrelevante en el conjunto de los esfuerzos educativos y en el proceso de
construcción de la sustentabilidad en el país. Así mismo, para cada uno de los cuatro
asuntos estratégicos se definieron las líneas de acción que deben considerarse,
los objetivos y las acciones cruciales centrales a realizar. Cabe destacar que este capítulo
no fue elaborado desde el principio de exhaustividad, sino que se han incluido
sólo aquellas ideas que los foros de consulta, los expertos y los documentos revisados
plantean como centrales o prioritarios.
CAPITULO 13: OPERACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE EDUCACION AMBIENTAL PARA LA SUSTENTABILIDAD EN MÉXICO
Para el establecimiento y consecución de la misión, los objetivos y las metas de
la Estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad en México es necesario
considerar algunos puntos de partida que establecen los acuerdos básicos de
operación, derivados del proceso de consulta a la comunidad de educadores
ambientales en el país.
Condiciones necesarias para su ejecución
1. El impulso de la EAS como una política pública involucra y convoca a todos los sectores del país, por lo
que tal política nacional debe interiorizarse en todas las instituciones gubernamentales e interpelar a todos los
sectores sociales.
2. La instrumentación de la Estrategia reconoce la madurez y la capacidad de autogestión de la comunidad de
las y los educadores ambientales del país, por lo que se invita a asumir una actitud de corresponsabilidad entre
gobierno y sociedad.
3. Uno de los planteamientos centrales de la Estrategia es que su operación no esté ceñida a un solo órgano o
institución, pues lo que se persigue es una abierta cooperación y coordinación social para contribuir a la consolidación
del campo, en tal el sentido no caben exclusivos protagonismos gubernamentales o civiles.
4. La ejecución de la Estrategia implica el fortalecimiento de los actores sociales que realizan acciones de educación
ambiental para la sustentabilidad, en tal sentido resultaría muy importante la creación de una instancia
nacional con capacidad técnica y política que convoque y oriente a dichos actores para el diseño y puesta
en práctica de las políticas públicas y los asuntos estratégicos prioritarios para la EAS en el país
5. Las principales instituciones gubernamentales involucradas en la ejecución de esta Estrategia son la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como la Secretaría de Educación Pública.
6. La armonización y regulación jurídica nacional, sin dejar de considerar las especificidades fronterizas, juegan
un papel determinante para la consecución de los objetivos de vinculación interinstitucional e intersectorial,
así como en el desarrollo y consolidación del campo de la EAS.
8. Las políticas de financiamiento deben darse, tanto en el marco de voluntades asociadas entre los diferentes
actores sociales, como en las líneas establecidas por las políticas públicas en materia de EAS, ya sean las fuentes
de recursos nacionales o internacionales.
9. La instrumentación de la Estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad en México se considera un
continuo en permanente revisión, con periodos de tres años para su evaluación y seguimiento, considerando
para ello una amplia participación social.










¿QUÉ ESCUELAS DE GEOGRAFÍA PARA EDUCAR EN CIUDADANÍA? (tarea 3)


Los cambios sociales y tecnológicos que se han producido en el inicio del tercer milenio han obligado a replantearse las metas educativas. La geografía escolar, institucionalizada en el siglo XIX y XX, no es útil para responder a los nuevos retos ciudadanos. Sin embargo, las rutinas escolares y la opinión pública resisten a las innovaciones académicas; por eso es preciso cambiar la mentalidad tradicional desde el análisis riguroso de la selección de los contenidos didácticos.
1.-El mito de la geografía “en singular”: de la dialéctica de los paradigmas a la pluralidad de enfoques.
Cuando se debate acerca de la organización del currículo escolar se suele identificar cada materia escolar con una sola manera de entender este conocimiento. En el caso de la geografía se alude al papel de esta materia en la enseñanza o de su relación con la historia y otras ciencias sociales. Todo un discurso que reduce su aportación a una concepción decimonónica del saber académico. Así la geografía y la historia eran las encargadas de dar cuenta del sentido patrio del devenir histórico y del territorio organizado políticamente4; una formación destinada a las elites sociales, pues ellas eran las destinatarias de estas informaciones que se desarrollaban en Primaria Superior y Secundaria. Más tarde fue necesario compendiar estos hechos en unos manuales destinados a una población más numerosa.
Se pretendía justificar el origen académico del saber desde una concepción única de la materia, lo cual era muy significativo en el caso de la geografía, pues su propio objeto de conocimiento pretendía ser una síntesis entre el medio natural y la acción antrópica, entre las explicaciones de las ciencias físicas y las sociales.
El traslado de la geografía académica al marco escolar
En efecto, nuestra tesis indica que la manera de entender la geografía escolar se remonta a la sistematización que hace Paul Vidal de la Blache (1845-1918) del conocimiento geográfico, una descripción de diferentes territorios (regiones y Estados) en las cuales se combinaban factores del medio físico y de la acción antrópica. Cuando en el siglo XX surgen nuevas formas de entender la explicación geográfica del espacio, la consiguiente especialización (geomorfología, climatología, biogeografía, geografía del género...) da lugar a una fragmentación disciplinar que hace difícil seguir manteniendo las mismas posiciones educativas. Los geógrafos universitarios ya no mantenían unas metas semejantes, que estaban determinadas por la idea de la armonía entre el medio físico y la acción antrópica.
La crisis de la educación geográfica y de su pérdida de identidad surge en la segunda mitad del siglo XX asociada en gran medida a su imagen de síntesis de conocimientos sobre un territorio, que además solía coincidir con un Estado-nación. En el campo de la educación obligatoria la geografía debía consolidar su posición en el conjunto de las ciencias sociales, lo que le daba lugar a que abandonara sus preocupaciones ambientales.
la definición del objeto de la geografía, el espacio, es bien elocuente de lo que se ha comentado. Así, siguiendo la síntesis realizada por J. Ortega (2000; 366-367) podemos entender al menos tres concepciones de este objeto disciplinar. En primer lugar, el que interpreta el espacio como medio natural, o sea escenario sobre el que transcurren las relaciones sociales. En segundo lugar aparece la visión subjetiva del espacio, como identidad humana, que se proyecta sin límites definidos. En tercer lugar como práctica social, como producto de la actividad humana, en gran medida como resultado de la interpretación capitalista del espacio, que deriva en mercancía. Sin duda, la opción hegemónica de la cultura escolar es la primera concepción, lo cual no impide que surjan otras interpretaciones posibles.
podemos afirmar que no sólo existe una pluralidad de enfoques en el análisis del objeto de la geografía, sino también en sus objetivos y formas de abordar los problemas con su enorme variedad de enfoques metodológicos y técnicas específicas. Tal parece suceder que las opciones de un diálogo interdisciplinario, demandados desde prestigiosas figuras como el sociólogo E. Morin o el geógrafo M. Santos, hayan dado lugar a una consolidación de un pensamiento complejo, donde no siempre es fácil diferenciar la complejidad del eclecticismo superficial.
Los diferentes contextos sociales de los investigadores y profesores
Respecto al papel que juega la geografía en la investigación sobre el espacio me parece de gran importancia fijar las relaciones que se establecen entre el sujeto investigador y el objeto de investigación, que muchas veces es también un sujeto que vive en las mismas condiciones sociales que la persona que lleva a cabo el estudio. En un caso el investigador formula su proyecto a partir de una necesidad sentida por la población e interpretada por él desde su particular ideología y rigor académico, que se transforma en una hipótesis de trabajo; un ejemplo es lo que analiza el profesor Capel y sus colabores en el portal Geocrítica respecto a Barcelona, así como los relatos de vida que transcribe E. Soja (2008) respecto a Los Ángeles o bien las evidencias empíricas que sirven para ejemplificar sus teoría a D. Harvey con la ciudad de Baltimore.
Construir un conocimiento social en las aulas escolares a través de un diálogo entre los argumentos racionales de la geografía y las opiniones espontáneas que los alumnos recogen de sus amigos, familias y medios de comunicación.
2.- Los modelos educativos y las teorías geográficas: De las teorías paradigmáticas de aprendizaje a la diversidad social.
En relación con la educación que se persigue a través de la geografía como materia de formación también entendemos que existen diversas maneras de organizar los modelos curriculares; o sea, cómo y qué se enseña.
También es cierto que se han abierto nuevos enfoques a la innovación didáctica, que han considerado la evolución de los paradigmas y las necesidades sociales.
En los ámbitos educativos, se identifica el saber académico con el conocimiento teórico y la enseñanza de los profesores en el aula con la práctica docente. La confusión estriba en presentar dos mundos opuestos, como si el saber académico se elaborase al margen de las clases universitarias y la práctica de los centros de enseñanzas primaria y secundaria se desarrollara sin ningún tipo de reflexión teórica sobre el qué y el cómo enseñar a los alumnos unos contenidos precisos.
El diálogo entre paradigmas y modelos educativos
Las investigaciones e innovaciones en didáctica de la geografía se han preocupado por el papel de las escuelas o tendencias dentro del campo disciplinar. En más de una ocasión se ha definido esta cuestión como una relación directa entre los denominados paradigmas en geografía y su aplicación didáctica en el mundo escolar. Sobre este particular quiero hacer dos precisiones iniciales.
La quiebra del cambio paradigmático en los años finales del veinte
Desde una posición teórica de cambio de paradigma, la geografía escolar se podía entender como una práctica positivista, en la cual se producía una trasposición desde el ámbito académico al escolar.  Las relaciones entre el conocimiento científico y el escolar legitiman las materias escolares como productos que proceden del saber docto, pero que llegan al aula a través de los agentes y medios de las instituciones escolares, lo que genera una forma específica de producción.
Una alternativa: los proyectos curriculares y el modelo del profesor investigador
La renovación pedagógica, presupuesto básico para aumentar la calidad docente, ha incidido desde los años setenta en la reivindicación de la figura del profesor-investigador. En el caso concreto de la didáctica de la geografía y de la historia este papel se ha confundido con el de una persona que hace su trabajo al margen de la tarea docente; o sea, una persona que se desplaza a los archivos locales, realiza diversos trabajos de campo y cita bibliografía académica.    
El modelo de profesor investigador se completa en el estudio de las repercusiones del aprendizaje escolar en la creación del espacio público educativo que condiciona las estrategias escolares y, al mismo tiempo, es elaborado por el conjunto de agentes que intervienen en la denominada comunidad escolar.
El papel de la geografía educativa es muy importante. En primer lugar para diagnosticar las relaciones sociales que aparecen en el barrio o pueblo donde se produce el reclutamiento del alumnado. No es posible desarrollar las mismas estrategias didácticas en un lugar donde las familias no tienen estudios que en otro donde el capital cultural familiar es universitario.
Entendemos que el trabajo docente puede emancipar a la comunidad escolar, sobre todo al alumnado, de los obstáculos y cadenas que supone la cultura dominante, que se transmite a través de las empresas de los medios de comunicación y de la cultura hegemónica que genera una opinión pública sobre el sentido de la realidad, sea ésta económica, social o escolar.
Implicaciones en la praxis escolar
La praxis escolar la podemos definir como la adopción de una serie de medidas conducentes para confeccionar un conjunto de actividades didácticas. Dicha actuación está guiada por nuestros conceptos del saber escolar. Hemos pretendido reflejar en líneas precedentes cómo puede influir en esta toma de decisiones el hecho de tener un conocimiento riguroso sobre la pluralidad de perspectivas de análisis geográfico; o sea un proyecto curricular. Un saber que implica una impugnación de la singularidad y pretendida especificidad de la disciplina escolar que llamamos geografía. 

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